domingo, 8 de agosto de 2010

----- En el Recuerdo -----


No recuerdo nada, no sé qué ha pasado, noto mi cuerpo rato, diferente ajeno a lo que siempre había conocido en mí. Parece que nada es lo que había sido durante estos años, algo nuevo que estoy experimentando pero que todavía mi mente torpe y aturdida es incapaz de adivinar lo que es. Empiezo a examinarme, empecemos por los pies, mi calzado de siempre, mis pantalones están algo rotos y manchados de un color rojo oscuro, no sé porque están manchados mi mente sigue procesando. Sigo subiendo, estiro los brazos los noto como si no pesaran, es una sensación rara pero ahí están como siempre aunque menos pesados, el torso está bien mi camiseta esta igual que los pantalones, manchada y rota. No se no entiendo nada, mejor sentarme en un banco a reposar las ideas antes de seguir andando. Con tranquilidad me echo mano a mis pantalones en busca de un cigarro, lo enciendo con mucha tranquilidad, inhalo y es raro no siento el humo perforar mi garganta dando paso a encharcar mis pulmones con alquitrán, cada vez me noto mas desconcertado, no sé lo que pasa y empiezo a tener miedo.

Intento sujetarme la cabeza, que la nota más vacía que de costumbre, a ver si así no se me escapan las ideas y soy capaz de recordar que ha pasado, no hay manera. Recuerdo que me levante como cada día, me llamaron para hacer una entrevista de trabajo, la ilusión me recorrió el cuerpo, corriendo llame a mis padres y me dirigí a la ducha. De fondo una canción que no paraba de canturrear mientras que me vestía, por fin ya aseado y bien vestido me dirigí a la calle. Recuerdo aquel paseo lleno de gente que no paraban de caminar sin rumbo, sin darse cuenta de nada solo pensando en sus pensamientos, ay se me queda la memoria no da más de si hasta en el momento en el que estoy ahora. No lo sé el miedo empieza a ganar a mi cordura.

Se escuchan voces, llantos, alaridos, eso me hace levantar la vista enfrente mía hay un montón de gente que se agolpa, están todos muy nerviosos y no paran de chillar. De fondo se empieza a escuchar varios tipos de sirenas, imagino que de la policía y de las ambulancias, creo que lo mejor sería levantarme y acercarme a ver qué es lo que sucede. Empiezo a colarme entre aquella multitud de personas, nadie se inmuta a mi paso y eso hace que me confunda aun mas, llego al epicentro del corro de las personas, leches ¡¡ si el que está tirado soy yo ¡¡, ahora sí que no sé qué es lo que sucede, si estoy mirándome a mí mismo. Todo empieza a darme vueltas, veo en el frio acerado mi cuerpo, está casi irreconocible, rodeado de un gran charco de sangre que sale de mi cuerpo, la cara quemada, por la boca un pequeño hilo aun caliente de sangre, no respiro, ningún detalle de vida ay en mi, solo eso, mi cuerpo carne ya para la tierra para seguir formando parte del ciclo. El corro empieza a abrirse, han llegado los cuerpos sanitarios, intentan reanimar mi cuerpo inerte pero no hay manera, veo que a lo lejos se acerca un ATS con una de esas mantitas térmicas, el médico responsable me está mirando a los ojos, con cuidado empieza a cerrarme los parpados, imagino que será para que no vuelva a ver nada más de lo que ya tuve que ver, antes de cerrarlos se quedo observándolos, había un brillo extraño en ellos, una mirada penetrante que daba un escalofrió terrorífico. Ya no puedo verme, mi cuerpo yace bajo una mantita color naranja, la policía empieza hablar con los médicos para dar parte de la hora de la defunción y ponerse en contacto con mi familia.

No había caído en ellos, pobres, como recibirán la noticia de que estoy, bueno estaba, tirado en una calle muerto, les explicaran el porqué, que yo lo desconozco. Posiblemente sea la peor noticia que vayan a escuchar, de que su hijo está muerto, me lo imagino, haciendo su rutina diaria, seguramente estén contentos, les acababa de llamar para decirles que tenía una entrevista, se alegraron mucho y los dos me dijeron que tuviera mucha suerte, no y tanta suerte he tenido que ya nunca más necesitare trabajar. Seguro que primero llaman a mi padre, descolgara el teléfono como si se tratase de una llamada común, al decirles que llaman de la policía el tono de voz le cambiara paulatinamente hasta convertirse en un tono seco, le comunicaran la noticia, hay ya no puedo decir como reaccionara, imagino que con mucha frialdad, porque como siempre decía, no por mas llorar el dolor tenía que ser mayor, el dolor es algo que se lleva por dentro en silencio y que solo tú debes de soportar. Imagino que será él quien se encargue de llamar a mi madre, no sé como serian sus palabras, imagino que se abra acercado a su trabajo a comunicárselo, porque seguramente entre en un gran estado de nervios al saber la noticia. No quiero imaginarme ese abrazo entre lagrimas de los dos con lloros, algo que era parte de los dos se acaba de ir para no volver, el simple hecho de levantarse y dar un abrazo o preguntarle en el desayuno de que tenía pensado hacer durante el día nunca más se repetirá.

Por fin me levantan del suelo, ya era un poquito humillante estar tirado en el frio suelo, me han metido en un cajón negro, lo más seguro que me acerquen al tanatorio para prepararme para que me puedan dar el supuesto ultimo adiós. No quiero seguir a mi cuerpo inerte, prefiero quedarme viendo todo lo que me rodea por si es la última vez que lo veo. Voy a recorrer poco a poco todos los rincones que tanto me gustaban, voy a ver aquellas personas que caminan sin sentido creyendo que todo es para siempre, ya ves piensan como yo hace un rato.

Pasan las horas, entre cigarro y cigarro intento acordarme que paso para que este muerto, pero soy incapaz solo vienen a mi cabeza recuerdos, todos significantes en mi vida, recuerdo mi primera mudanza, recuerdo cuando aprendí a nadar en aquella piscina de ladrillo visto, recuerdo el día que nació mi hermano que de la ilusión caí rodando por las escaleras y fui con un bonito chichón a verle, recuerdo aquel primer amor con tanta ternura. Son tantas cosas que no paran de chorrear mis ojos al acordarme que ya nunca más volverán a pasar, aquellas tardes largas esperando a que acabara el día tirado en un banco con los colegas, estabas hablando de cómo sería nuestras vidas de mayor, sueños inalcanzables, no sabíamos lo duro que es todo al madurar. Recuerdo aquel campo perdido de la mano de dios, donde era feliz, recuerdo tantas cosas que me saturo.

Ya llego el momento de verme por última vez, ha sido un día duro de llamadas, unos entre otros con la única frase en la boca de que yo ya no estaba. Los primeros en llegar al velatorio fueron mis padres y mi hermano, ay están los tres juntos, apoyándose entre ellos, se les ve dolidos, no son ellos, las risas de días de atrás ahora son regueros de dolor. AL pasar un rato empieza a llenarse la sala, está viniendo bastante gente, más de la que me esperaba. Acaban de llegar mis amigos, se acercan con cuidado a verme, no sé porque están tristes, mejor que me recuerden como era entre risas y cervezas, que ya sabéis ir al bar y beberos una a mi salud.

Sigue pasando el día y no para de llegar gente, tanto de la ciudad como de fuera, no creía a ver llegado a la vida de tanta gente.

Al igual que yo, al día ya le ha tocado morir dando paso al nacimiento de un nuevo día, ese día es el día de mi entierro, cierran mi ataúd con unos clavos, lo meten en un coche fúnebre y se dirigen hacia el cementerio. Encima del agujero posicionan el cajón de madera, antes de bajarme la gente empieza hablar, en el corrillo hay mucha gente que conozco, mucha gente falsa que mientras vivía no signifique nada para ellos están hay llorando mi perdida y diciendo los grandes amigos que éramos, menuda falsedad, nunca me gusto la gente falsa y manda narices que vengan a despedirse de mi demostrando sentimientos inexistentes. Hay esta ella, cuánto tiempo sin vernos, te acuerdas cuando te decía que de los 35 no pasaba, pues mira tenía razón, con suavidad le doy un beso no sé si lo abra sentido pero yo se lo doy. En la otra punta esta mi mitad vida, siempre hablamos de que éramos la mitad del otro, nada más un gesto hacia falta para saber como estábamos, nada mis un simple hola nos alegraba, horas y horas tiradas a la basura sin decir nada, solo sabiendo de que el otro estaba al otro lado nos bastaba para estar felices, te acuerdas de que hablábamos que si estábamos lejos siempre quedaría un pedacito del otro en nosotros?? Pues yo ahora estoy lejos haz que ese pedacito nunca muera, será la única esencia que exista de mi entre vosotros. Parece que me está escuchando y comprendiendo porque mientras la digo las estas palabras ha cesado de llorar y ha dibujado una sonrisa en su cara. Paso por el lado de cada uno de los que ha venido a verme dándoles el último beso, mis padres presiden la ceremonia del dolor, pobres, tantas cosas que os tenía que a ver dicho, como un simple te quiero o un lo siento por tanto que os hice pasar, esa preocupación que teníais que nunca supe agradecer, tantas cosas que ahora ya no puedo, por favor perdonarme todo lo que paso nunca quise ser así, lo único que quiero que sepáis que siempre os quise, os lo quise a ver dicho muchas veces lo único que siempre dejaba las cosas para el día siguiente, pensando que me levantaría, mira tú por dónde que no ha sido así. Me arrepiento ahora mismo de no a ver aprovechado mas las oportunidades que me brindaban diariamente, mi dejadez de dejarlo todo, me hizo perderlo todo.

Al final de toda la gente veo unas caras bastantes familiares, hacía mucho tiempo que no venia, desde que ellos dejaron de estar entre nosotros, son los únicos que me pueden ver, me están llamando para que me acerque a ellos, les veo, me acurruco en ellos como cuando era pequeño y tenía miedo, les hago mil preguntas presa del pánico, les digo que no quiero irme, ellos como siempre lo hicieron me empiezan a calmar, me explican que ya no hay marcha atrás, que no hay que tener miedo, que intentaron protegerme pero que no hubo manera, un desarmado intento hacer una masacre con tan mala suerte que me toco perder a mí, realmente era un atentado, que ese no era mi día, pero el destino me jugó una mala pasada. Fui el único afectado por esa explosión, un error me dicen pero la cosa que me ha tocado perder sin tener culpa de nada. Me dicen que vaya a despedirme de mis seres queridos, que les diga a mis padres que ellos me van a cuidar bien, que no me pasara nada, que lo harán como cuando era pequeño. Entre lágrimas llego a ellos, les pongo el brazo por encima y parece que me sienten porque dejan caer sus cabezas sobre él, empiezan a bajar la caja al fondo húmedo de la tierra, un clavel rojo se posa encima, con un beso de cada uno, imagino que será lo que tenga de ellos ay abajo. Mientras veo caer la tierra pienso que la vida es muy injusta, como son capaces de robártela unos energúmenos, como pueden llegar a causar tanto dolor, romper una familia que no tenía nada que ver, solo por una supuesta lucha injustificada, que lo que llaman es a la sangre y a la violencia, yo ya no siento ni padezco pero si los que aquí se quedan viendo como sepultan mi cuerpo con su dolor, esas personas que jamás me olvidaran, que mientras siga en su recuerdo seguiré viviendo y velando por ellos. Me empiezan a llamar para irme, dicen que me van a enseñar cómo funcionan las cosas al otro lado, voy caminando de espaldas, viendo lo que sucede alrededor de que será mi última casa, una de las personas a las que quise esta plantando un arbolito pequeño, veo que se acordó de los comentarios que la decía de vez en cuando :

“Cuando me muera no me lleves flores muertas, prefiero que me lleves una planta o un árbol, algo vivo, para que pueda vivir en el. ”

Esta entrada va dedicada a todas aquellas personas que fueron asesinadas por atentados terroristas, guerras y por todo tipo de violencia injustificada, que se den cuenta que derramar sangre inocente no es la solución para cambiar las cosas, existe el dialogo no la violencia para llegar a conseguir los objetivos.

Iriaso

martes, 18 de mayo de 2010

-----Una Pregunta, Una Solución-----

Me ha asaltado una pregunta bastante gorda, que me ha hecho reflexionar y ponerme a pensar en algo que ya tenía en mente. Últimamente me ha dado por leer en vez de ver la caja tonta, el ultimo libro que me leí es el de “Nunca quise ser como tu”, libro que recomiendo. Casi al final del libro el personaje se realiza una pregunta bastante profunda y es “¿Soy feliz?”, ya ves casi nada. Somos felices?? No me refiero al estado de animo, sino en nuestro día a día estamos felices con lo que hacemos con nuestra rutina, etc… Yo personalmente me realizo la pregunta una y otra vez y descubro algo que no m sorprende, de que no soy feliz. Estoy rodeado de gente que quiero mucho, aunque algun@s estén lejos de mi, pero se que las distancias se acortan con una llamada, pero no se todos mis sueños, mis ambiciones se escapan entre mis dedos, es como cuando cogemos un puñado de tierra y se nos va escurriendo grano a grano entre los dedos, pues igual.

El problema no reside ahora mismo, que con mis 25 años tengo el poder de cambiar mi rumbo y buscar lo que creo que me realizara como persona, sino, que llevados por la inercia del tiempo combinándolo con la dejadez diaria, nos plantemos al final del camino, a nuestros 60 o 70 años (no creo que dure tanto) y nos hagamos la pregunta ¿He sido feliz?, y descubramos que no lo hemos sido, entonces la frustración tiene que ser inmensa, a ver pasado por la vida, la única que tenemos, sin haber hecho nada de nada. Nuestras ilusiones, sueños y ambiciones tiradas en un trabajo que no nos gusta, tiradas en una rutina aplastante convirtiéndonos en auténticos borregos de un gran rebaño, sin dejar una huella que nos haga ser notables por alguna cualidad, no se es difícil darle solución a la pregunta.

Desde muy pequeño siempre me han educado de hacerme notar siempre, es decir, que cuando haga una cosa no la puedo hacer como uno mas, sino, que tengo que ser el mejor en todo o sino que no lo intente. Nunca me pidieron el 100% sino el 200%, eso me ayudo a conocer mis limitaciones y hasta donde puedo llegar, y cuando una barrera se presenta no suelo pararme, intento esforzarme algo más para superarla y llegar a todas mis expectativas. Eso me hace meterme en casi todos los fregaos k veo, no se será la curiosidad o las ganas de superación. No suelo ser muy conformista con el mundo que me rodea y tengo una opinión de que estamos aquí para que se hable de nosotros no para ser uno más.

Ahora mismo en mi situación, noto que no estoy viviendo mi vida propia, sino que estoy siendo llevado por finos hilos para seguir un camino que no es el mió, un cruce en perpendicular que me hizo dar un rumbo de 90º en mi vida, del cual hoy por hoy me arrepiento con ganas. Pero bueno ya dentro del camino intento sacarle alguna cosa positiva a todo y mirar hacia delante como si hubiera sido mi camino real. Estoy sometido a un estado de presión constante sin ilusión y sin motivación alguna, no encuentro sentido a nada, solo me queda llegar a casa e intentar evadirme con cualquier cosa que distraiga mi rutina. Todos los días igual, 7 días a la semana, 52 semanas al año.

Me he planteado mandar todo un poquito a la mierda, empezar desde cero en cualquier parte del planeta, verme solo rodeado de mi mismo, sin descuidar a la gente que quiero. Todo lleva un paso despacio y calmado pero sin despistar los intereses, se que lo voy a conseguir, siempre todo lo que he querido lo he conseguido, como no voy a poder con esto?? Quiero seguir la vida donde la deje hace 3 años atrás. Me he propuesto una serie de metas para poder lograrlas, no m refiero al tópico “si tuviera esto seria feliz”, no, me refiero a realmente disfrutar paso a paso hasta llegar a la meta, sentirse realiza y útil a la sociedad y a mi mismo. Espero que quien realmente crea que puede completarse de alguna manera mas en su vida ponga sus metas y sus ambiciones, seguro que os sorprendéis de lo podéis aspirar.

Mi lista de ambiciones a corto plazo son las siguientes:


1- Cambiar de lugar de residencia con un cambio de trabajo.

2- Cambio total de imagen y de ciertos pensamientos.

3- Dejar costumbres como el tabaco.

4- Proseguir con mis estudios y finalizarlos.

5- Desprenderme de ciertas compañías y centrarme un poco más.

Por ahora los que mas a priori tengo que cambiar, aunque por el camino se presenten cambios inesperados, pero siempre mantener fija la meta para conseguirlo.

No se si al final de todo la pregunta sobre mi felicidad será positiva, pero desde luego que sino lo consigo que no sea por no haberlo intentado, porque hay si me sentiré frustrado totalmente. En cada paso que damos en el día a día nunca hay que acobardarse, sino que tenemos que intentarlo, sino, nunca sabremos si l0o hubiéramos conseguido, nunca perdemos nada por intentarlo, lo perdemos cuando lo dejamos pasar y me refiero a todos los puntos de la vida.

Un saludo, Iriaso…

miércoles, 21 de abril de 2010

-----Una Caricia, un Te Quiero y un Adios-----


Bueno ya por fin tengo el final del cuento, no creo que este muy bien escrito, ya que me ha costado mucho escribirlos. Es el séptimo intento y no me gusta del todo pero bueno sino nunca lo hubiera acabado. Espero que os guste e intentar sacar la esencia no el fallo del escrito.

Un abrazo, Iriaso…

"Se abrió un claro, entre aquellas negras nubes, que a base de ir llegando llamadas unas entre otras para formar un encuentro entre ellas, fueron cubriendo la bóveda celeste. Aquel día fue diferente, una de ellas tuvo que dejar al resto, se encontraba mal. Coincidencias del destino que nuestro amigo se hallara debajo, donde se dejaba caer aquel haz de luz. Se sintió despejado, todas sus penas, Dolores y dudas se vieron despejadas. Se levanto despacio de aquel sillón orejero, cuando estaba erguido, se desperezo, se coloco cuidadosamente la camiseta k tenía puesta y con paso firme avanzaba hasta la cocina. La impresión al entrar era desoladora, el frío comía por sí mismo, los enseres estaban apilados sin ningún orden coherente, todo estaba limpio cubierto de polvo, ya que desde el adiós no había creado ganas de comer ni de ensuciar el menaje. Abrió la nevera, no tuvo que buscar mucho para encontrar lo que buscaba, solo había en el interior un tomate comido por los hongos y una cantidad abundante de latas de cerveza. Cogió dos latas. La primera la abrió y mientras cerraba la nevera suspiraba por el trago tomado. Dejo atrás el sillón, con paso fijo y obcecado en su destino, como los asnos que solo pueden ir hacia delante porque no ven otra cosa. Abrió una puerta del final del pasillo, dejo las latas en una mesa cercana a la puerta. Corrió las cortinas, levanto la persiana y abrió de par en par la ventana. Todavía estaba el haz, con energía cogió la mesa, la coloco bruscamente debajo de la ventana. Abrió el segundo cajón, saco dos folios en blanco y una pluma con su tintero. Empezó a examinar la habitación llevaba tiempo sin entrar en ella, bueno llevaba mucho tiempo sin hacer nada que no fuera lamentarse. Se le cayó al suelo un suspiro tapado por Dorado líquido, se dispuso a escribir mientras le duraba la inspiración. No sabía muy bien que palabras usar, no sabía cómo expresar sus sentimientos sin herir, ese no era su objetivo, solo sabia hacia quien iba dirigida, esa era ella.
Comenzó poquito a poco a aclararse y por lo tanto a escribir...

“Recuerdo aquella tarde, calor sofocante, sol cegador, al final de aquel túnel se abría paso la luz agonizante de la tarde, desubicado sin saber donde andaba, solvente paso a paso cada peldaño. Con despreocupación me puse las gafas para poder ver sin perder detalle, apoyada, esperando te encontrabas tu, me estabas esperando. Recuerdo tantas cosas, como tu pelo suelto liso y Dorado, recuerdo tus ojos con esa mirada de ver lo desconocido, en aquel momento por mi mente se pasaron tantas emociones, puff si las pudieras saber todas. Dos besos rompieron la fina capa de hielo que nos cubría. Poco a poco en presencia de la muerte del día y de su noche se creó la chispa, sin querer esa insignificante llamita fue prendiendo y creando una hoguera. Paso el tiempo tuvimos nuestras subidas y bajadas, aunque predominaban las bajadas, nunca he querido juzgarte ni cambiarte, intentaba comprenderte y apoyarte, aunque muchas de tus manías me quemaran por dentro me las callaba, todos los momentos que pasamos juntos están guardados con cariño bajo llave, la cual guardas sin saber lo que tienes.
No quiero reprocharte nada, todos los gestos y detalles son fruto de lo que significabas para mí. Seguramente no fueran nada fuera de lo común pero si tenían todo mi amor. Sé que seguramente estés igual que yo, sin saber que decir, sin saber qué hacer. Ya ha pasado tiempo y sigo llorando tu ausencia, allí a lo lejos, debajo de la ventana del salón, se halla el teléfono empolvado, esperando que lo agás sonar y nos volvamos a escuchar. Concluyo diciéndote que te quise, te quiero y querré, un último beso, agur..."

Al poner la última palabra, se desencadeno una carrera de lágrimas que impactaban sobre el papel, dejo su pluma y después de un sollozo se echo las manos a su cara, no podía parar, los recuerdos le golpeaban la cabeza y eso le hacía sentirse peor. Se echaba la culpa de todo lo sucedido, si hubiera sido capaz de entenderla... Se levanto bruscamente, con paso firme y a ciegas se dirigió al baño, abrió el grifo de la ducha, se introdujo en ella hasta que fue capaz de calmarse. Tembloroso se seco, cogió rumbo a la habitación, cogió los folios los puso sobre la estantería con cuidado, no acaba de asentarse los folios, cuando poseso de un arrebato tiro todo lo que había encima de la mesa al suelo. Recupero los folios, se sentó delicadamente, en su cara rebosaba la paz. En el suelo entre latas de cerveza se derramaba lentamente el tintero, el inmune a su alrededor doblaba con delicadeza el escrito. Abrió un sobre, beso el texto y con delicadeza lo metió dentro de él. Ya cerrado se dispuso a poner la dirección de ella, como remitente puso una frase:

" Mi corazón es tuyo."

La noche se encontraba en su Ecuador, en la habitación el tiempo se había detenido, la Luna risueña había ganado la batalla a las nubes y lucia resplandeciente en su bóveda. Él hay seguía, sentado mirando el sobre con la mirada fija en su nombre, lo cogió con las dos manos, como cuando sostenemos una paloma, con mucha suavidad se levanto hacia la ventana. Se asomo a la calle, se encendió un cigarro y se quedo firme mirando a la Luna con la carta en su mano izquierda, en la derecha el cigarro, miro fijamente a la nada y susurro un adiós. Cerrando con fuerza su Puño izquierdo, convirtiendo la carta en una bola de papel, saco el mechero y la prendió fuego en el poyete. Contemplaba como iba ardiendo, el humo producido en vez de irse se estaba concentrando, parecía que está esperando que se quemara hasta la última letra que había escrita. El seguía impasible, nada más que fumaba sin parar, ya no tenía corazón, se había quemado con la carta ya que le pertenecía ahora a ella.
La llama se acabo, el humo seguía parado encima de las cenizas, de repente un suave soplo de viento arrastro el humo, llevándoselo suave mente hasta el horizonte.
Hay se encontraba ella, sentada en su sillón, tenía fantasmas en su cabeza que no la dejaban conciliar el sueño, miraba a la televisión sin atender a lo que decían. De repente sintió algo en su pecho, una fuerza que la arrastraba hacia la ventana, se incorporo del sofá, apago la televisión y después la luz. Cada vez se hacía más intensa la sensación en su pecho, se acerco a la ventana, con cuidado abrió las hojas de la ventana y mirando fijante a la Luna, sin saber porque lo hacía, sintió el olor y el calor de quien la había querido.
Estaba asustada, no sabía que pasaba, sabia de sobra que él se encontraba lejos de ella, pero lo olía, sentía como la abrazaba. Empezó a escuchar susurros, veía en su cabeza la carta escrita, el se la estaba leyendo despacito y con cuidado. Llego el final de la carta, ella no podía evitar las lagrimas, en su mano izquierda sentía el latir del corazón que le habían regalado, en su mirada se veía como se alejaba de ella el que la estaba abrazando, entre lagrimas le tiro un beso, susurrándole:

" No me di cuenta y ahora te he perdido."

FIN...


Os pongo las otras dos partes...

el instante del olvido

caricia de hielo